16 de febrero: Bernardo de Escammaca, Religioso |
El nombre de Bernardo viene de la lengua alemana y significa “corazón de oro”. Nació en Catania, la segunda ciudad más grande de Sicilia. No podemos olvidar que Dios se vale de muchos medios para acercarnos a ÉL y así lo hizo con nuestro Santo de hoy quién luego de una vida superficial acogió la gracia del Señor, se convirtió y dio muchos frutos. Este joven siciliano tuvo una buena educación gracias a que sus padres gozaban de una excelente situación económica. Sin embargo, su juventud la perdió en frivolidades y en una vida sin compromisos. Este ritmo superficial y vano tenía que terminar mal y un día, como resultado de un duelo terminó gravemente herido.
Su convalecencia fue larga y al estar sin poder valerse por sí mismo, Dios le permitió pensar seriamente en lo que había sido su vida hasta eso momento y decidió darle un giro radical. Al reestablecerse completamente, salió de casa y se fue donde los Dominicos para pedir que lo admitieran en esta Orden fundada por Santo Domingo de Guzmán. Ya como religioso, dejó todo lo que le atraía para dedicarse a la oración, la soledad y la continua penitencia. Poco a poco se fue haciendo conocido por ser extremadamente amable con los pecadores que se acercaban a su confesionario; y es que el Sacramento de la Reconciliación se convertirá en su principal ministerio al no tener muchas cualidades para la predicación. Ejercía un gran poder sobre los pájaros y los animales. Cuenta una piadosa historia que cuando salía a pasear por el jardín, los pájaros se ponían delante para cantarle y cuando veían que había entrado en éxtasis, dejaban de cantar. Una vez fue el portero a su habitación para llamarle, y vio con asombro como un niño celestial le sostenía el libro que leía. Bernardo tenía también el don de la profecía y lo empleaba para que la gente cambiara de vida. El Señor lo llamó a su presencia el año 1496. A los días se le apareció al superior indicándole que sus restos mortales, los trasladaran a la capilla del Rosario. |